Salmonelosis. ¿Cómo prevenirla?

 

¿Qué es?

La infección por salmonela (salmonelosis) es una enfermedad bacteriana común que afecta el tubo intestinal. La bacteria de la salmonela generalmente vive en los intestinos de animales y humanos  y se expulsa mediante las heces (materia fecal). La forma más frecuente de infección en los humanos es a través de agua o alimentos contaminados.

¿Cuáles son sus síntomas?

Algunas personas con infección por salmonela no tienen síntomas. Una gran parte presenta diarrea, fiebre, vómitos y dolores abdominales en las 12 a 24 horas siguientes a la exposición. La mayoría de las personas sanas se recupera en unos pocos días o una semana sin tratamiento específico, sin embargo según la especie de Salmonella a la que estemos expuestos, estos síntomas podrán variar y complicarse.

¿Qué podemos hacer para evitarla?

Lo primero que debes conocer es que hay alimentos más propensos a presentar Salmonella, entre ellos encontramos:

      1. El huevo: La Salmonella pude encontrarse tanto en el interior como en el exterior de la             cáscara. Para evitar su desarrollo debemos:

• Conservar los huevos en refrigeración.
• Cocinarlos en su totalidad, a más de 55ºC
• No lavarlos si no se van a consumir en el momento, pues la cáscara es permeable, y esto podría facilitar el desarrollo de microorganismos.
• Partir el huevo en la encimera y no en la sartén o cazuela para evitar que caigan en nuestra preparación trozos de cáscara.
• No recalentar los elaborados con huevo.
• No consumirlos si desprenden olor o ha cambiado su forma habitual.
• Comprar en comercios seguros y mirar la fecha de caducidad.

     2. La carne: Especialmente la de ave.

Conservarla en refrigeración.

Cocinarlos en su totalidad, a más de 55ºC en el grosor del producto.

Hacer la descongelación progresiva.

No consumirla si desprende olor o ha cambiado su forma habitual.

Comprar en comercios seguros y mirar la fecha de caducidad. 

    3.  La leche:

• Conservarla en refrigeración una vez abierto el envase.
• Consumir leche pasteurizada.
• No consumirla si desprende olor o ha cambiado su forma habitual.

   4.  Pescados y moluscos:

• Conservarlos en refrigeración.
• Cocinarlos en su totalidad, a más de 55ºC en el grosor del producto.
• Hacer la descongelación progresiva.
• No consumirla si desprende olor o ha cambiado su forma habitual.
• Comprar en comercios seguros y mirar la fecha de caducidad. 

Sigue estos consejos, además de extremar la higiene personal y en utensilios de cocina, y mantendrás alejada la Salmonella.