SUPLEMENTOS VITAMÍNICOS. ¿SÍ O NO?
Los suplementos vitamínicos, son compuestos que concentran una o varias vitaminas de forma artificial, en formato de píldora, aunque también los podemos encontrar en sobre, bebida, gomitas o barritas energéticas. Estos pueden ser pautados en caso de deficiencia de uno o varios nutrientes, por una dieta incompleta, desequilibrios hormonales o patologías, enfermedades y estados fisiológicos concretos, como el embarazo.
Sin embargo, el uso y la eficacia de las multivitaminas son controvertidas en la población general. Los expertos aseguran que todo lo que necesitamos se puede conseguir llevando una dieta equilibrada y alzan la voz ante un creciente aumento de su utilización, libremente y sin prescripción previa ante la amplia oferta que encontramos en el mercado y la publicidad que se le está dando en los últimos tiempos.
Las vitaminas se dividen generalmente en dos categorías: las liposolubles (lo que significa que se disuelven en los lípidos), y las hidrosolubles (es decir, que se disuelven en agua).
Las vitaminas hidrosolubles tienden a ser excretadas por el cuerpo rápidamente, si se toma más de lo que necesita, mientras que las vitaminas solubles en grasa, en exceso, se suelen almacenar en los tejidos. De esta manera, demasiadas vitaminas solubles en grasa, podrían acumularse en el cuerpo con el tiempo y causar daños.
Expertos confirman: “Al tomar multivitaminas, que cuentan con más del 100% de la dosis diaria recomendada de vitaminas, tu cuerpo podría no digerir y absorber todo”
En resumen, lo más importante para cubrir nuestros requerimientos es llevar una dieta completa y equilibrada, y solo tomar suplementos bajo prescripción médica y en la dosis recomendada.
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